Este proyecto consistió en la creación de una experiencia inmersiva en video 360º que documenta y recrea el conjunto monumental de la Catedral de Baeza y su entorno urbano. El objetivo fue generar un contenido VR que combinara capturas reales de alta resolución con recreaciones digitales, manteniendo la fidelidad arquitectónica y la coherencia visual entre ambos mundos.

Para lograrlo, se planificó una fase de rodaje con dron 360º para cubrir tanto el exterior del edificio como sus alrededores, incluyendo vistas panorámicas a gran altura y planos de aproximación que permiten apreciar la volumetría de la catedral en relación con el trazado histórico de la ciudad. Estas capturas se complementaron con una fase de producción CGI centrada en el modelado 3D de detalles arquitectónicos exteriores, así como en la recreación de elementos urbanos para reforzar la inmersión y la continuidad espacial.